Las prendas de vestir tradicionales de las Sierras han perdido hoy su uso. Pero aún en algunas fiestas de la comarca es posible verlas..
Si algo llama la atención de los trajes tradicionales, es que se puede notar la proximidad del Parque con la comunidad Castellano-Manchega, puesto que las indumentarias son más austeras y menos ceñidas que en el resto de Andalucía. La influencia musulmana se hace notar en la utilización de colores vivos, especialmente en los bordados que adornan los refajos.
El traje femenino está constituido entre otros elementos por el refajo que se recogía en una cinturilla de gabardina o de vichí. Otra pieza del traje serrano femenino era el corpiño, considerada como una prenda interior, que se ajustaba al busto por encima de la camisa. Los puchos era otra prenda que se utilizaban con bragas y siempre de color blanco. Las enaguas se colocaban debajo del refajo y sobre los puchos. Las medias y ligas completan la indumentaria interior. La mantilla, de forma rectangular, cubría la cabeza y el mantón, cuadrado y con flecos, se doblaba en pico y se ponía cruzado sobre el pecho. El tembleque que es un tocado que las mujeres solían hacer con las plumas de las gallinas para bodas y eventos. Para finalizar se utilizaba el pañuelo para colocar en el talle o en recoger la trenza y como calzado las esparteñas.
La indumentaria masculina estaba compuesta por varios elementos, entre los que destacamos: El Calzón o pantalón, de paño negro y que puede ser corto y ajustado hasta la rodilla o largo. La camisa del hombre recibe el nombre de camisón. Es de algodón con jaretas en la pechera y el cuello vuelto o de lienzo casero con puntillas y muy escotado. El chaleco se coloca sobre la camisa y por debajo de la chaqueta. También se usaba la faja a modo de cinturón, tanto para resguardarse del frío como para guardar objetos personales. Otro elemento muy importante era la capa, de mucho vuelo y larga hasta los tobillos, era de uso obligado en ceremonias y actos oficiales. Así mismo era el regalo de los padres al hijo que se iba a casar. El sombrero o tocado variaba en función de que los actos fueran cotidianos o extraordinarios. Era de felpa, bajo, con copa cónica y ala semi-tiesa, de estilo castellano y color negro. El calzado era un zapato bajo abrochado con cordones. Usando también borceguíes para el trabajo en el campo. Las alpargatas se usaban en verano y eran de lona con suela de cáñamo. Asimismo las polainas eran una especie de media que se colocaban desde la rodilla al empeine y estaban hechas de cuero o paño con decoración en la zona del tobillo.